viernes, 18 de noviembre de 2011

UNA TARDE DE LLUVIA (2/2) - CAP 9

Y asfalto no paraba de sonar esa tarde gris en villa Fiorito. Martin y yo mirábamos la tele como si estuviéramos cómodos. El tirado en el sillón y yo sentado sobre las cerámicas negras de mi casa viendo vaya a saber qué cosa. Por el ventiluz de la cocina entraban furiosos los gritos de los chicos jugando a la pelota, a esta altura seguramente estarían llenos de barro.
La televisión parecía ignorarnos ahí sentados…debo reconocer que yo estaba muy nervioso, porque desde un primer momento supe qué situación se podía llegar a dar.
-Martin estuvo con ALEXIS en la casita!
-Se la chupo a los dos, a PATE y  a MARTIN…

Estas palabras se me venían a la cabeza. La incomodidad de su presencia se podía sentir en el aire, estoy seguro que él no la percibía de tan acostumbrado de estar en casas ajenas y en situaciones más “comprometidas”. Mis pensamientos divagaban entre esperar que entre algunos de mis hermanos que estaban en la vereda así al menos podía sentirme seguro de no caer en esa situación o cambiarme y salir a jugar con los chicos al resguardo de su mirada. Este era una costado de nuestra amistad que no todos veían y que yo realmente no quería pasar.
-Por qué no pones porno EZE? Las fichas cayeron todas juntas. Yo no podía creer que la situación me incomodara tanta, que no quisiera, y que actuara como si él fuera no sé, UN VIOLADOR. Pero era así como me sentía, perseguido, como la presa sexual de un oportunista.
-ponelo vos, yo me voy a cambiar para salir a jugar con los chicos. Dije y me levante. Cruce el living y entre a mi cuarto. Revolví algunas cosas en el armario y saque un shorcito feo, me empiezo a desvestir y Martin abre la puerta.
-banca Martin que me cambio y salgo dije e intente cerrar la puerta. Pero ya había metido medio cuerpo dentro de la habitación y estaba decidido a entrar.
En ningún momento hubo una situación de forcejeo o algo parecido, pero siempre que se trataba de fuerza el ganaba, era morrudito, dos años más grande que yo y aunque de apariencia tosca y rustica cuando hablaba era muy correcto y aplicado.
Lo primero que vi en ese momento que entro fue su pija, se había bajado un poco el pantalón y se la agarraba con la mano. El intentaba hacerla un poco más larga agarrándola desde la base y la movía como si fuera un señuelo para pescarme, si supiera que era lo último que quería se hubiera evitado el empujón que le pegue soltó la puerta y se cayó de espaldas con su pito afuera y el pantalón medio bajo.
Intente acomodarme la ropa pero ya era demasiado tarde, la mirada de mi hermano mayor Matías estaba sobre esa imagen irreal. No había sentido el ruido de la puerta abrirse ni tampoco emitió palabra alguna…solo nos observó mientras pudorosos vestíamos nuestras partes desnudas y se fue…

CONSEJO DEL PUTO COTIDIANO N°46| NO HAY NADA MAS CHOCANTE PARA EL HERMANO DE UN PUTO QUE VER DOS PORONGAS JUNTAS.