Ya
no necesitaba de MATIAS BAIL para divertirme o más bien para conocer tipos…
///Esta
novela carece de todo valor literario, su contenido es burdo y vulgar y le
recomendamos a las personas impresionables no leerla. Todos los hechos y
personajes de esta historia son ficticios, cualquier semejanza con la realidad
es pura coincidencia///
Salir
a descubrir el mundo ya no era una odisea para mí, y de vez en cuando jugaba a
que sabía manejarlo.
Conocer
tipos en el chat no es tan fácil como lo describí, es cuestión de técnica, de
tacto y también de un poco de suerte.
El
putito es naturalmente afortunado y eso me sucedió aquel día.
Suelto
en una ciudad que me habría las puertas de su sexo clandestino, Buenos aires se
convirtió rápidamente en mi lugar en el mundo. Los días transcurrían y ya no me
alcanzaba con salir del cole a sentarme en un ciber de Lanús a esperar que
algún morboso capitalino se figara en mí, sino que iba yo a la acción, al lugar
en donde realmente la oferta es ilimitada y todo el tiempo: LA CAPITAL.
Así
mañana a mañana me subía a un colectivo para marcar horario en cualquier
locutorio algo escondido en donde pudiera comenzar la búsqueda frenética de
sexo ocasional.
Esa
vez me había pasado horas chateando con un tipo que a último momento desapareció,
OFFLINE fue lo que decía su estado e instantáneamente me ofusque. Perder toda
la mañana en un posible encuentro sexual fallido es más frustrante que
desaprobar el examen de ingreso a la universidad.
Ya
sin tiempo deje que todo fluyera, por deporte ingrese a UOL SINECTIS y largo mi
último mensaje a la parva de calenturientos cibernéticos que allí se
encontraban.
El
resultado no fue mejor que otros días y pronto me dispuse a partir hacia mi
casa.
Solo
quedaba pensar en masturbarme con la idea de una garchada gloriosa esa mañana. A veces utilizaba mi pobre memoria para
terminar con la calentura cada día más frecuente. Los objetos de deseo no
variaban mucho y podía elegir entre ARIEL el musculoso que a pesar de no ser
tan bueno en la cama era lo que más se asemejaba a mi idea de adonis gay.
Un
ruido interrumpió mis pensamientos, era una ventana de chat privado que se abría,
como una ventana de esperanza…
VENTANA
TAXI28ONCE: Che, te va venir a mamarmela un rato mientras busco clientes en
internet? Si sos flaquito y pendejo facherito venite ya, tengo la verga llena.
Nunca
habían sido tan explícitamente sinceros, tan solo comparable como un insulto en
la oscuridad. Se trataba de reducir mi orgullos y dignidad a el solo hecho de mamársela
a un tipo mientras el tipea en un chat.
La
impunidad con la que me dijo semejante propuesta solo podía salir de la cabeza
de un infradotado como un taxi boy.
Ellos
son una extraña raza alejada de los denominados gays. Son egocéntricos, creídos,
sobrevalorados, solitarios y bastante ignorantes. Además de eso su hábitat natural
no es el de una persona normal. Ellos no estudian, ni trabajan, solo salen a
bailar y se pasan el día entero buscando clientes en donde puedan y eso los
vuelve nerviosos, drogones, fumadores o
simplemente más vagos.
VENTANA
TAXI28ONCE: Y flaco? Que decís, tengo lechita para vos, dale venite….
No sabía
qué hacer, realmente tenía ganas de sexo, pero no en esos términos. La onda humillación
todavía no estaba de moda y no pretendía que una de mis primera experiencias
sea chupársela a un tipo que ni se cómo es… pero, pensé con mis dos neuronas
gays y dije…
VENTANA
PENDEJO16CENTRO: Bueno dale, pásame la diré…
CONSEJO
DEL PUTO COTIDIANO N°82| QUIEN LE DICE QUE NO A UN TAXI BOY GRATIS?