Sería una de las únicas
experiencias al aire libre del año que experimentaría y me entusiasmaba. Aunque
el grupo era bastante heterogéneo y a veces parecía no cerrar por ningún lado
ese día todo era mágico, y funcionaba de maravilla.
Mi amigo JARAMILLO estaba particularmente alegre y excitado
por que según sus cálculos esta oportunidad era propicia para concretar su debut
sexual. MARCOS en cambio estaba más sereno y solo participaba con sonrisas
leves a los chistes que abundaron en el micro camino al campo.
No creo que nadie recuerde donde quedaba ese campo pero si
lo que nos divertimos como grupo. Ese día no faltó nadie y entre los dos cursos
que viajábamos en el bus éramos una barra brava de equipo chico.
Cuando llegamos el paisaje era: un día soleado a más no
poder, una hilera de pinos y un campo extenso con una hermosa casa de campo que
podía verse al final de la explanada verde.
Detrás de ellas una caballeriza y algunos tractores que
estaban ahí a modo decorativo ya que eran muy antiguos y estaban pintarrajeados
cual payaso principiante, por un momento pensé lo avergonzados que se sentirían
si otros tractores los vieran…
Poco a poco mis compañeros se ubicaban en donde querían y JARAMILLO también y se sumó a un
grupo de pesados que molestaban a otro grupo pero de chicas.
Decidí caminar un poco, seguí la hilera de pinos observando
el paisaje, algo monótono y poco deslumbrante hasta llegar al último pino. Ahí
lo vi a MARCOS sentado al pie del pino más reservado, el primero desde la entrada
y el más alejado de todos.
Su mirada me intimido y rápidamente di media vuelta y me
dispuse a volver sobre mis pasos…el lugar estaba tan oculto que el pasto estaba
virgen a su alrededor. No termine de alejarme algunos pinos que MARCOS grito mi
nombre y con una sonrisa burlona me dijo…
-Dale veni…
Solo después de sentarme a su lado me di cuenta de que se
trataba, MARCOS ESTABA HACIENDO CON EL PAPEL METALICO DEL INTERIOR DE LA CAJA
DE CIGARRILLOS una muy ingeniosa pipa.
Mis ojos se perdían en sus movimientos y el silencio
acompañaba perfectamente la ceremonia secreta que presumida todavía no había develado
su mayor misterio.
De su bolsillo saco
un “baguyito” de marihuana y al fin se descubrió todo; su actitud intimidante,
el estar en ese lugar tan escondido y sus risas burlonas y cómplices conmigo…indudablemente
no era este el primero que preparaba.
Después de cargar la “tuca” improvisada la fumo y me
convido, lo dude no un segundo sino dos y pensé en mil cosas…era esta la
oportunidad de conseguir el respeto de él? o de madrugar a todos mis compañeros
que estaban por ahí libidinosos, mendigando un poco de placer sexual mientras
yo estaba un paso más adelante atreviéndomele a las drogas ilícitas? No lo sé, Pero
primo el fundamento más básico y predecible de todo estudiante de secundaria...
EL NO SER VISTO COMO UN CAGON.
Así que fume, mis ojos se hicieron chiquitos y todo eso que
conocemos o cualquier idiota nos puede contar…risas, delirios, cuelgue y el
posterior bajón fueron el resto de la tarde.
Siempre recordare esa hermosa tarde cuando me fume el
porrito con MARCOS.
CONSEJO DEL PUTO COTIDIANO N°57| LA MARIHUANA, LA PRIMER
DROGA DEL PUTO.