Mi familia había encontrado al fin trabajo del cual en
principio subsistir: SER CARTONERO.
Era un movimiento que aun ni siquiera era llamado de esa
forma y solo habían muy pocos que lo hacían y mi familia fue una de las
primeras. Recuerdo que mi papa con su camioneta llevaba vecinos del barrio
(todos hombres) entre ellos primos y amigos de mis hermanos a juntar cartón y
papel a microcentro. Eran todos empleados caídos en desgracia que ante la
posibilidad de un ingreso inventaron este trabajo. Mi viejo no “cartoneaba”
sino que los llevaba y los espera ahí cerca de la esquina de SOLIS y VIRREY
CEVALLOS hasta la medianoche hora en que la jornada laboral terminaba. Mis
hermanos al poco tiempo decidieron empezar a trabajar en el cartón y así
independizaron sus gastos.
Acompañe muchas veces a mi papa, ya que iba al colegio por
la mañana podía hacer más llevadero esas 6 horas de soledad que pasaba hasta
que esperaba que lo demás volvieran.
En una de esas charlas que acostumbraba tener conmigo papa
me dijo.
-Ezequiel este laburo por ahí no será el mejor visto y el
que nos hubiera gustado tener con tus hermanos, pero es lo que hay y gracias a
esto comemos todos los días, vos, tu hermanita y todos nosotros. No dejes que
te avergüence esto que hacemos porque no tenes por que sentirte así…
Las cuentas en rojo después de que echaran a mi viejo de la fábrica
de vinos empezaron a desaparecer y al poco tiempo en mi casa faltaban menos
cosas. Mie hermanos ya adolescentes podían comprarse las zapatillas y ropa que
querían. En el barrio me consta que se habló de la decisión de mi papa de
ensuciarse las manos en ese laburo para darnos de comer, desde un principio fue
un trabajo mal visto…era como convertirse en un linyera, aunque al poco tiempo
mi papa ya estaba haciendo dos viajes con vecinos que se sumaban a ese trabajo
totalmente independiente en ese momento.
El pasar de mi familia cambio por completo y pudimos cambiar
el vehículo viejo de mi papa por uno nuevo y comprar un coche para mi hermano
mayor, la ropa fea desapareció y las vacaciones se volvían a planear…no se
imaginan la felicidad que trajo tanta basura…
Y así como mi ropa cambio también mi forma de ver las
relaciones interpersonales en mi curso. Después de lo que sucedió con ESTEBAN
mi apertura mental se resintió con los afeminados y decidí volcarme a una
heterosexualidad tacita y mis amigos chongos en donde los libros y las series
de televisión no eran temas que tuvieran cabida en las charlas.
Debo admitir que ahí comencé a divertirme, era casi final de
año y debido a mi nueva vestimenta y a una certera decisión de cambio, me
acerca a los chicos y a los chicos más populares del curso.
Entre ellos estaban ROMINA la pechocha, sus exuberantes
pechos la hacían centro de atención de todo el colegio. También estaba MARCOS
el terrible chongo que era mi amor platónico pero increíblemente termine siendo
muy amigo de JARAMILLO (su nombre era Gabriel, pero todos lo llamaban por su
apellido) el personaje más mujeriego de toda la 88.
Él era bajito, rapadito y con cara de turro o así le dirían ahora.
Su contextura pequeña y sus ojitos picaros eran marca registrada de LOS
JARAMILLOS ya que tenía un hermano mayor exactamente igual a el en noveno grado
que hacia sensación. El hasta el momento era solo una promesa…
Esa promesa me divertía, era excelente compañero y aunque yo
no fuera de lo más fabuloso siempre tenía momentos junto a mí y mi ñoñez. Aunque
sus charlas no variaban mucho (CHICAS, SEXO, DETALLES ASQUEROSOS Y DEVUELTA
CHICAS) tenía un magnetismo pocas veces visto en ningún chico…su forma de ser
lo era todo.
CONSEJO DEL PUTO COTIDIANO N°55| EL QUE MUCHO HALAGA PORONGA
QUIERE.