domingo, 27 de noviembre de 2011

PUTITO Y POBRE - CAP 14 *Putito escolar*

Los años pasaron y la escuela primaria también, los gratos momentos y las amistades de siempre concluían en diciembre y este año era definitivo. Todos habíamos llegado a un precipicio en donde había que ser valiente y dar un paso al frente: el octavo grado, un sinfín de preguntas y ninguna respuesta certera.Al parecer el borde de nuestro precipicio no era bueno y la mayoría de mis amigos había decidido alejarse un poco para dar ese importante avance, es que la secundaria de nuestra escuela la 76, era por lo menos la más peligrosa del barrio. Además de ser una escuela técnica con doble turno gozaba de la peor ubicación posible a 2 cuadras de nuestra ya antigua escuela.
Del curso “A” solo quedamos unos pocos y no nos unía casi ni el color de nuestra mierda, éramos chocolate, mayonesa, orégano y agua, una mezcla inconcebible. Este grupo se caracterizaba por no ser amigo ninguno del otro, era casi una sensación karmica la desunión, la diversidad en este caso no era buena.
Además de endosarnos a varios del otro curso B de la 76, casi tan dispares como nosotros, incluyeron chicos nuevos que se inscribieron ese año y varios que repitieron, no me lo habían dicho pero sus caras dejaban fácilmente que lo adivinara.
Las paredes de mi aula estaban pintadas con aerosol, fibra, fibron, lápiz, había un esténcil y un material muy parecido a la mierda de una persona saludable.
Y ahí estábamos todos…y ahí estaba yo, un putito que como conté en la descripción del primer capítulo nunca fui ni un poquito alto y ahora con este cambio de panorama me convertía en el más chiquito del curso.
El contexto histórico ubica esta etapa de mi vida en medio de una crisis como la que sobrevino después del 2001, y económicamente mi familia no estaba muy bien. Mi viejo dueño de una camioneta de esas que se usan para los repartos intento por muchos medios laburar pero todo estaba muy complicado. Lejos habían quedado los tiempos en donde se le pedía a papa y él lo compraba o donde podíamos darnos el lujo de tener lo que queríamos, toda mi familia estaba pobrísima. Es más les voy a contar una situación para ubicarlos en que grado de pobreza estábamos: al mediodía mi vieja SIEMPRE hacia un guiso con un poco de carne, caldo, algún fideo y eso era nuestra comida de todo el día. Por la tarde compraba medio de galleta y todos (mis dos hermano mayores, mis viejos y yo) tomábamos un mate cocido con UNA galleta. Recuerdo ver llegar a una de mis tías con mercadería para nosotros, traía leche, verduras y algunas boludeces , fue muy triste para nosotros y sobre todo para mi papa que se lo notaba callado y deprimido, sumando que mi mama con 40 años y después de tenerme a mi había quedado sorpresivamente embarazada, era una situación
desesperante.
Con esta explicación puedo decirles que mi pasar era muy vergonzante, mi ropa era fea, mis zapatillas y todo lo demás no era las que usaba antes. Con todo eso, el cambio de horario (debía cursar por la mañana y algunos días continuar a la tarde) parecía haber pasado de una comedia romántica a un lúgubre film de horror.

CONSEJO DEL PUTO COTIDIANO N°51| LA POBREZA DEL PUTO SE MIDE EN ROPA Y EN PERFUMES.